Libro
1 .- La Agenda:
*Garganta:
Un
Libro como un Cuerpo.
Y
este Cuerpo y este Libro
Serán
el primer Volumen de Trece Volúmenes.
*Costillas:
El
primer tomo del libro está en el torso
Asiento
de los pulmones
que
insuflan aire al viento que seca la tinta.
Asiento
del corazón
que
bombea la tinta
que
es siempre roja
antes
de ser negra.
El
corazón y los dos pulmones se mantienen erguidos
vecinos
cercanos, pero que no se tocan,
Refugiados
en el abrigo de las costillas,
con
oscuras perforaciones gemelas como marcas de agua en papel.
El
hálito de la inspiración corre en medio,
sustraído
al aire por su mutua influencia.
*Nuca
a Coxis
No
hay función del libro o del cuerpo que sea singular,
si
puede desempeñarse un servicio múltiple.
De
forma que el aire que inspira
comparte
el mismo pasaje
con
sales, palabras,
frases,
edulcorantes, párrafos.
Todos
caen y se desploman para agitarse
en
la página que mastica,
para
tenderse en copiosas filas como espigas de arroz
en
el campo, o costuras en una tatami,
pacientemente
esperando la irrigación
del
agua o de una visión,
aún
si un lector no se presenta por mil años.
*Vientre
El
segundo tomo del libro está en el vientre,
fábrica
donde se combinan los materiales,
laboratorio
donde se ordena y se teje,
reteniendo
y desechando,
una
editorial en continuo fluir,
sellado
con el indente corte del ombligo,
Rara
vez inactivo, nunca quieto,
compartiendo
el espacio con preparaciones
a
futuro, con la ironía de la economía.
El
futuro y el pasado van por la misma calle.
El
libro y el cuerpo siempre muestran su historia evolucionaria.
Pene
y escroto
Soy
la muy necesaria coda,
la
cola,
el
siempre reproductivo
Epílogo.
El
último párrafo colgante
que
es la razón para que el siguiente libro
brote.
Libro 2.- El
Libro del Inocente
Este
es un libro inocente - sin usar y sin leer,
un
inocente con trescientas páginas blancas como la leche,
y
sin ilustraciones.
Las
páginas aún están sucias del polvo blanco del fabricante.
Las
páginas tienen un sabor dulce, como leche esperando
la
punzante pluma,
la
tinta que ensucia,
los
curiosos pelos del pincel,
todos
ansiosos de invadir
los
intrincados espacios de la virginidad del libro.
Las
ataduras es fuerte - las costuras están apretadas, esperando una
pequeña inflexión y una ruptura.
Las
páginas yacen chatas y crujientes,
los
músculos de las páginas se desperezan.
No
hay carne innecesaria
que
haya sido estimulada a correr en exceso
por
una manipulación descuidada.
El
pulgar humedecido del
anhelante
lector todavía no ha marcado
los
suaves tejidos de este magro, limpio, sonriente volumen.
Extiéndeme,
y
ábreme en dos,
para
el placer.
Libro
3 .- El Libro del Idiota
Esta,
una triste jaula de un libro lleno de palabras
pero
con poco significado,
suena
a hueco cuando se le da un golpecito para probar.
Si
bien vacante, vacío, y con los ojos de sorpresa en una página,
habla
tonterías y sinsentidos en voz alta en la que sigue,
sus
pulmones son ruidosos cuando calla.
No
dice nada cuando resopla y jadea para hacer el mayor ruido posible.
Tal
vez debería existir paciencia para conmoverse
con
este idiota congénito,
babeante,
que se chupa el dedo,
que
digiere sus pensamientos
rascándose
la cabeza y el vientre,
buscándose
pulgas entre las páginas de sus piernas.
Pero
tal condolencia y paciencia es en balde aquí.
O
tal vez debería existir cautela,
y
secreta admiración para el libro-idiota
que
se le permite decir la verdad usando el humor.
Un
tonto puede perforar con utilidad la pedantería,
pero
esa admiración es en balde aquí.
Este
libro ni tiene la virtud de la ironía
ni
merece la piedad reservada para los que están en verdad
desquiciados.
Entre
el estridente ruido y el vacuo silencio no hay nada sustancial.
¿Cómo
leer un libro así?
Tal
vez no se lea o no se pueda.
A
lo mejor sólo pueda ser reusado, reescrito.
Tal
vez deberíamos darle la espalda.
Podríamos
encontrar espacio entre su gran pliegue de flatulenta arrogancia
para
otro libro.
Deberíamos
devolverlo e intentarlo nuevamente,
para
que se deseche y se pierda
en
algun perdido estante inferior.
Guardado
como papel de desperdicios en la letrina.
Libro
4 .- El Libro de la Impotencia
¿Este
libro está exhausto por haberse leído mucho?
¿O
demasiado poco?
Desde
los cabellos de la cabeza hasta la punta de las uñas de sus pies,
sus
páginas están marcadas con las manchas del uso.
O
del abuso,
es
mejor que las palabras hayan sido expulsadas del libro de tanto
leerse.
¿Significan
algo todavía esas palabras?
¿Hay
todavía espacio entre los capítulos,
o
todos los contenidos se han desdibujado?
En
este libro el índice temático
es
más grande que el libro mismo.
Esta
vida tiene tantas notas al pie
que
debería tener pie plano,
su
alma en profundas capas
de
durezas y callos.
La
gran extensión de la vida de este libro
está
demasiadas veces deteriorada por el hábito clasificatorio,
Está
cercada de cuandos y peros,
de
siempre y cuandos
y
sin embargos,
excusas
para una vida que está por cerrar
sus
tapas por última vez
para
luego encogerse en el polvo,
en
una secreta y nunca recordada biblioteca.
Libro
5 .- El Libro del Exhibicionista
Un
volumen llamativo, burdo y florido,
demasiadas
páginas metidas dentro de
sus
carnosas cubiertas. Un volumen con exceso de peso.
Es
grasoso con extendido empeño.
Cada
palabra está bombeada con consonante colesterol.
Está
lleno de palabras gordas.
Las
páginas chorrean grasa subcutánea,
las
nuevas letras son doradas como dientes ostentosos,
que
hacen que la comprensión se estriña
y
se llene exorbitantemente de herrumbre.
Este
libro necesita perder peso.
Si
se quiere dejarlo caer,
hay
que tener cuidado con los pies:
puede
quebrar los dedos.
Su
solo peso trituraría su columna.
Las
páginas han sido liberalmente perfumadas,
pero
el aroma palideció y se ha hecho rancio.
Las
páginas tienen el olor de la goma agria,
o
del mal aliento de un mentiroso,
decidido
a
pasar el tiempo sonriendo con pegajosos chicles.
Todo
es sabor dulce y nada de sustancia perdurable,
todo
resplandor y gas,
este
libro es llamativo como una coliflor dorada
que
huele horrible luego
de
haberse sumergido en agua caliente,
como
chocolate caliente endulzado con remolacha,
cosas
imcompatibles combinadas incongruentemente
sin
propósito alguno.
El
primer capítulo promete exceso.
El
duodécimo demuestra que tan particular promesa
es
en verdad agotadora.
Se
requiere que el lector sude hasta comprender,
evitando
los cráteres de la hipérbola que dejan cicatrices
en
sus páginas.
Cada
adjetivo está subrayado
como
si fuera incapaz de quedarse quieto en la página,
incapaz
de ser igual a sus vecinos.
Su
humor es pesado y vulgar
lleno
de interjecciones que ordenan
apreciar
su ingenio.
Libro
6 .- El Libro del Amante
Este
es un libro y un cuerpo
que
es tan tibio al tacto.
A
mi tacto.
Con
este libro presioné mis ojos,
mi
frente, mis mejillas,
he
tenido este libro abierto sobre mi vientre,
me
he sentado sonriente sobre este libro
hasta
que mi cuerpo sintió nupcias con sus cubiertas.
Me
he sentado riendo en este libro hasta humedecer
sus
cubiertas con mi cuerpo.
He
envuelto mis piernas con este libro.
Me
he arrodillado en este libro hasta hacer sangrar mis rodillas.
Este
libro y yo nos hemos vuelto indivisibles.
He
puesto mis pies en las últimas páginas de este libro,
confiada
de estar erguida mucho más alta en el mundo
de
lo que alguna vez estuve.
Ojalá
conserve este libro para siempre.
Ojalá
este libro y este cuerpo sobrevivan a mi amor.
Ojalá
este cuerpo y este libro me amen como yo amo su
longitud,
su anchura, su espesor, su texto,
su
piel, sus letras, su puntuación,
sus
páginas silenciosas y ruidosas.
Sus
delicias cosquilleantes.
Libro,
cuerpo: los amo
él
respira delicadamente en su primera página.
Respira
más profundamente a medida que pasan las páginas.
Cuando
se asegura el ritmo de lectura, las palabras ganan velocidad rugiente
y las páginas corren de prisa.
He
corrido con estas páginas.
Hacia
el final hay un suspiro y el libro se cierra satisfecho.
El
lector de buena gana comienza nuevamente.
Cuerpo
y libro están abiertos.
Rostro
y página.
Cuerpo
y página.
Sangre
y tinta.
Puntas
de dedos, los bordes reforzados,
la
superficie del borde de cada página es tan suave.
Las
marcas de agua son como venas encendidas.
Las
páginas son tan armoniosas en su proporción,
que
la disonancia en los contenidos es imposible.
Libro
7 .- El Libro de la Juventud
Cuando
Dios aprobó la creación de su criatura,
inspiró
vida en el modelo de barro pintado firmando su nombre.
¿Dónde
está un libro antes de nacer? ¿Un libro crece como un árbol?
¿Quiénes
son los padres de un libro?
Un
libro, ¿necesita un padre y una madre?
¿Un
libro puede nacer dentro de otro libro?
¿Y
dónde está el libro que es padre de todos los libros?
¿Qué
edad debe tener un libro para poder dar a luz a otro?
¿Los
libros jóvenes lloran y gritan cuando no se los lee o no se los
alimenta?
¿Dejan
caer palabras con incontinente abandono?
¿Se
meten en la boca cada frase que encuentran al azar?
Este
libro ha pasado el primer rubor de juventud;
es
un libro que está en su pubertad.
Es
dubitativo, y según el ventajoso punto de vista de un lector maduro,
es
a la vez un triste y entretenido recuerdo del pasado
que
no siempre es suficientemente atractivo como para ser vuelto a ver.
La
cubierta ya cruje como se endurece la madera
de
un joven árbol.
Sus
páginas son flexibles y tienen un poco de gusto a sal.
Libro
8 .- El Libro del Seductor
Si
no fueras su víctima, este libro y este cuerpo
te
entretendrían con su arrogancia. Te harían reír.
Al
no ser su víctima, no sentirías el dolor de la Traición.
Este
libro comienza bien,
todo
es claro y positivo.
Se
siente confianza.
Vas
a morder la carnada que es fresca y divertida también,
que
habla también de tu frescura y de tu diversión,
que
seduce por ser un espejo de tus vanidades.
Nunca
pensaste que podrías ser tan inteligente papel de plata
para
reflejar tal inteligencia.
No
es sorprendente que te impresione.
El
proceder sin trabas de su personalidad es un astuto mecanismo.
Este
es el cuerpo bien lavado de un libro.
Se
sienta derecho a su mesa
que
es tu crédulo regazo.
Presiona
cerca de tu pecho que esconde
un
crédulo corazón.
Y
luego, cuando es tiempo de cumplir sus promesas,
o
de otra manera el suspenso se tornaría cansador y sobre estirado,
se
huele a rata,
el
elefante de una rata, una rata como un
elefante
que a la vez se quema y se ahoga. Demasiado tarde. Demasiado tarde
para retroceder.
Tu
corazón está abierto. El libro te ha atrapado.
Tu
cuerpo está abierto de par en par. Esta rata de libro ha invadido tu
privacidad.
Ha
inquietado sus sentimientos hacia tus entrañas por cada íntimo
pasaje.
Te
doblaste y te sofocaste ante el golpe
con
la más grande de las vergüenzas,
e
intentaste incorporarte, aún pensando
"¿cómo
pudo haberme engañado tan fácilmente?"
Has
de cerrar el libro de un golpe.
Demasiado
tarde.
Tiene
el sucio pie del engaño en tu boca,
su
roer te ha agarrado.
Serás
culpable embarazada con su tarjeta de presentación,
su
progenie de niño que ya se quedó sin palabras.
Libro
9 .- El Libro de los Secretos
Párpados
Los ojos ciegos no
pueden leer.
Dedos
Una mano no puede
escribir sobre sí misma.
Cuero cabelludo
Picazón de leer,
hay que rascar para entender.
Interior de las
piernas
La investigación
nunca está completa.
Escroto
Las palabras también
se reproducen placenteramente.
Libro
10 .- El Libro del Silencio
Lengua
Susurrar
puede ser un descanso del ruidoso mundo de las palabras.
Libro
11: El Libro de la Traición
Libro12:
El Libro de los Nacimientos y de los Comienzos
Libro
13 .- El Libro de los Muertos
Pecho
La
muerte no necesariamente es un libro viejo y marchito,
de
páginas secas.
Puede
ser mil hojas
de
fuerte y brillante texto
en
un cuerpo poderoso,
sostenido
erecto sobre las vértebras de una fuerte columna.
El
corazón apenas respira porque ha llegado el golpe de gracia,
el
torso es como una piedra,
las
piernas se han arraigado, la tinta es confiable.
Si
las palabras de muerte deberían ser consideradas como pálidas y
secas,
¿dónde
estaría la dignidad en morir?
A
diferencia del agua, el papel no se congela ni se condensa en vapor.
No hierve.
El
libro para terminar todos los libros.
El
último libro.
Después
de esto, no hay más escritura,
no
hay más publicación.
El
editor debería jubilarse.
Los
ojos se debilitan, las luces palidecen.
Los
ojos se entrecierran. Parpadean.
Vientre
El
mundo es presa de una pérdida de nitidez.
La
tinta se desvanece pero la tipografía se hace más grande. Al final,
las páginas sólo susurran, deferentes.
El
deseo mengua.
Pese
a que aún persisten los sueños de amor,
las
esperanzas de la consumación se atenúan,
¿cuál
podría ser el fin de todas estas esperanzas y deseos?
Aquí
está el final.
Perdón Sergio Caves, andaba buscando desde hace tiempo las traducciones de los cuerpos. me puedes decir si no hay problema ¿de donde los sacaste?, ¿o son traducciones tuyas?
ResponderEliminarGracias